SICAVS ¿Paraíso o infierno fiscal?

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Sicavs
  • Las Sociedades de Inversión de Capital Variable o Sicavs han sido objeto de grandes críticas por algunos sectores de la población.
  • El principal objetivo de las Sicavs es canalizar ahorros hacia inversiones productivas.
  • Su tributación no es tan baja como algunos argumentan.

¿Sicavs? ¿Instrumentos de evasión fiscal? ¿Mecanismos de los que solo se sirven los ricos? ¿Su existencia solo se basa en pagar menos? ¿Producto del capitalismo de amigotes? Son algunas de las preguntas que mucha gente se hace al oír el supuestamente controvertido término de las Sicavs.

Antes de ponernos a opinar como auténticos expertos en economía o política, ¿sabemos realmente qué es una Sicav? Bien, una Sicav es un tipo de sociedad de inversión que utiliza el dinero de sus socios que aportan capital para invertirlo en ciertas empresas como renta variable, con el objetivo de obtener plusvalías y retornos. Estas poseen una fiscalidad del 1%, la cual es el foco de sus críticas y por lo que seguramente estés leyendo este artículo. Finalmente, para su formación se exige una cuantía mínima de 2,7 millones de euros  y 100 partícipes.

¿Paraíso o infierno fiscal?

Acorde con la teoría, esta forma societaria es un buen canalizador del ahorro hacia las empresas para que estas lleven a cabo inversiones en capital productivo de una forma más eficiente. En muchas ocasiones, la financiación de empresas a través de este tipo de sociedades de inversión se hace de una forma más barata que al financiar proyectos con un intermediario -llamado banco- que aplica una comisión fija. Al tener una comisión fija, se crea un coste que no está ligado al rendimiento del proyecto en el que se invierte, sino un coste invariable y fijo que habrá que pagar aunque el proyecto fracase. Entonces, ¿por qué es tan mal vista por algunos?

Quizá lo más llamativo y criticado de las Sicavs es su famosa tributación especial del 1%. Desde hace unos años este tipo de sociedades han sido fuertemente criticadas por ciertos sectores políticos. Hasta incluso llegando a proponerse su prohibición por parte de algunos partidos políticos. 

Pero antes de juzgar las Sicavs simplemente por su baja tributación, analicemos un poco más con lupa el ya extendido lema de que las Sicav sólo sirven para evadir impuestos. Estos son los pasos que sigue una Sicav hasta llegar al controvertido tema del pago de tributos:

Paso 1. Reunir el dinero de los al menos 100 accionistas y reunir al menos 2,7 millones de euros. Comprar renta variable de empresas con el dinero recaudado por la sociedad.

Paso 2. Hechas las inversiones, suponemos que estas han sido productivas, y han generado ganancias, pudiendo ser por plusvalías o dividendos. Si estos retornos permanecen intactos en la sociedad no tributarán. En cambio, si estos son extraídos se pasará al delicado tema de la tributación.

Paso 3. Tributación. Se aprecian diferentes “estaciones” de pago de impuesto:

  1. Los retornos obtenidos por dividendos pasarán, en la empresa que los haya obtenido, por el impuesto de sociedades que se situará en el 30%.
  2. La Sicav en cuestión retira esos retornos. Tributación sobre ese 70% de beneficios restante del 1%, el impuesto tan criticado.
  3. Las personas físicas socias que obtienen dichos retornos lo vuelven a tributar como IRPF, supondremos, en el tramo del 20%.

Ahora imaginemos un gráfico circular y veamos la porción restante que queda a los inversores. ¿Se aprecia un paraíso fiscal o una sobreacumulación de impuestos para algo tan delicado como es ahorro e inversión?

Muchas críticas van dirigidas a que, en un gran porcentaje, estas sociedades no están realmente compuestas por al menos 100 personas que buscan la rentabilidad de sus ahorros por medio de la inversión colectiva. Si no que son unas pocas las que aportan el grueso del capital, mientras las restantes, llamados mariachis, no son verdaderos poseedores de capital. Estos suelen tener participaciones ridículas, como por ejemplo 1 participación de 10€. Algo que genera mucha controversia.

De este modo, se puede deducir que en ciertas ocasiones, las Sicavs son sociedades en las que adinerados quieren controlar su capital de forma más directa que en un fondo de inversión, que también tributan a un 1%, para rentabilizar sus ahorros y no operar a través de una empresa de inversión que pueda tener una tributación mayor.

Hoy en día, ciertos partidos políticos quieren, al menos, reformarlas. Ya sea por lo poco populares que son entre algunos sectores de la sociedad o para aumentar la recaudación sobre estos. Sean cual sean sus razones, los inversores parecen mostrarse algo nerviosos con la inestabilidad política y cualquier tipo de sobrerregulación puede provocar una fuga capital tan necesario para toda economía.

Al fin y al cabo, lo importante es que el dinero cambie de manos rápidamente para que toda la sociedad salga favorecida y enriquecida. Cuantas más trabas se introduzcan a esta fluidez, más barro y piedras pondremos en nuestro camino hacia la prosperidad.


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