Crisis del COVID-19. Causas y consecuencias.

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COVID-19

Consecuencias de la crisis del COVID-19

Antes de que empezaran a producirse los contagios masivos del COVID-19 y se produjera la paralización de más de medio mundo, algunos diarios económicos dejaban caer la posibilidad de una crisis económica. Se basaban en que la economía daba señales tras producirse un crecimiento negativo durante más de dos trimestres consecutivos, un deterioro en el crecimiento de la creación de empleo, tensiones comerciales y políticas. Todo esto se traduce en un cambio en la senda actual del crecimiento económico acompañado de inestabilidad.

Esta crisis en la que vamos a entrar va a ser de una dimensión importante, aunque de naturaleza diferente a la que vivimos desde el 2007 por el “Boom del ladrillo”.

SEÑALES QUE HACEN PENSAR EN UNA CRISIS.

  • La economía de China crece al 6,1%. Su ritmo más bajo desde 1990.
  • Alemania ya estaba estancada antes del COVID-19 y ahora, el virus se presenta como la puntilla final para el líder europeo.
  • EEUU lleva el periodo más largo de crecimiento positivo de toda su historia, por lo que se espera una ralentización bastante importante. Indicadores como la industria química muestran este empeoramiento de la economía estadounidense. Además, la rentabilidad de los bonos a 1 año ha comenzado a superar a la de los bonos de diez años, y cada vez que esto ha ocurrido se ha producido una recesión en EEUU entre 12 y 20 meses después.
  • Las economías de EEUU, China y Alemania representan el 55% del PIB mundial, por lo que si estos países dan síntomas de debilidad, el resto del mundo seguirá su tendencia.
  • La recaudación de IVA se ha frenado en los últimos meses y su recaudación crece al ritmo más lento desde 2012, cuando España se encontraba inmersa en una crisis económica.

CAUSAS DE LA CRISIS.

Las causas que han provocado la situación en la que estamos y las que nos hacen pensar en la llegada de una nueva crisis son:

  •  Medidas ineficaces adoptadas por los gobiernos y los Bancos Centrales en la crisis del 2007, provocando una recuperación más aparente que real. El crecimiento de la deuda ha debilitado la inversión y eso provoca que las empresas que no disponen de poder en el mercado (el 80%), tengan más dificultades para obtener beneficios de las actividades que desarrollan y generar empleo que son la bases de la estabilidad económica.
  • Las políticas de estímulos aplicadas por los gobiernos y bancos centrales han sido insuficientes y difíciles de mantener. La deuda, tanto pública como privada, es cada vez más elevada (En países como España e Italia es superior su PIB). Y, por otro lado, con los tipos de interés prácticamente a cero, e incluso negativos, es difícil poder utilizarlos cuando se producen bajadas importantes en la actividad para tratar de impulsar la economía. En cuanto el gasto y la financiación han disminuido un poco, las economías se han desacelerado.
  • Los conflictos comerciales (China-EEUU, etc) y el proteccionismo aplicado por Donald Trump está produciendo efectos negativos sobre las importaciones y exportaciones a nivel mundial. Si esto no se resuelve de forma rápida y eficaz, el daño generado puede aumentar y extenderse a los mercados de divisas y que sus efectos sean más globales e intensos.
  • El sistema financiero mundial apenas se ha reformado desde la crisis de 2007 y  se encuentra muy debilitado. Esto provoca que no puedan satisfacer las necesidades de respaldo y financiación que requiere la situación, a medida que va aumentando la recesión económica en la que nos encontramos.
  • Tensiones geopolíticas que producen riesgo, incertidumbre e inestabilidad que puede provocar problemas económicos (Brexit) o energéticos (“Guerra” del petróleo en Venezuela, Irán, etc).
  •  La sobrevaloración que han sufrido los mercados de valores de todo el mundo (la mayoría de empresas cotizaban por encima de su valor en libros, y en ocasiones triplicando su valor). Está “burbuja” se pinchó y pese a que la caída era de esperar, el COVID-19 la ha acelerado y veremos hasta dónde puede llegar esta caída.

CONSECUENCIAS CRISIS DEL COVID-19

Las principales consecuencias que esto puede tener, y más viendo las medidas adoptadas por los gobiernos, son:

  • Aumento de la deuda empresarial y la dificultad para hacerle frente por las empresas, especialmente aquellas que mantenían su actividad a base de más deuda, pero generando beneficios escasos o nulos. Esta no puede resolverse inyectando dinero en los bancos comerciales como se hizo en la crisis de 2007, ni aumentando el gasto público, ya que la deuda es elevada (En países como España e Italia se supera el 100% de PIB).
  • Encarecimiento de las vías de suministros y distribución, producidos por las carencias de aprovisionamientos a escala global, disminuyendo así la rentabilidad del capital utilizado en las operaciones.        
  • Pérdida de solvencia del sector financiero. Debido a este exceso de financiación prestada a las empresas, dispondrán de menos capital para realizar negocios solventes y con mayor rentabilidad.
  • La intervención de las autoridades para inyectar gastos en el mercado e impulsar la demanda no será una medida eficaz. El problema ahora se encuentra en la oferta y no en la demanda. Con la industria paralizada y las redes productivas bloqueadas, puede generarse un aumento de la inflación que pondría en jaque a los bancos centrales, pues se verían obligados a frenarlo. Entonces será difícil tomar medidas expansivas y contractivas de manera simultánea.

Desde el equipo de Noticias Trading mandamos mucho ánimo y fuerza para este periodo de confinamiento en el que nos encontramos.

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